Las parejas pasan por muchas fases a lo largo de su vida. El enamoramiento es una fase de locura absoluta donde el interés sexual es máximo y el acoplamiento de la pareja parece ser de cuento. Todo nos parece maravilloso de nuestra pareja y tenemos ganas de tener contacto sexual muy a menudo. Cuando el enamoramiento pasa, si la pareja se consolida, se establece una relación de pareja estable y aparece el sentimiento de amor propiamente dicho. Mantener el deseo sexual en la pareja estable es algo que nos preocupa a todas las parejas. O por lo menos debería.
En esta fase suele empezar la convivencia y con ella los peligros de caer en una monotonía sexual que nos haga perder cada vez más el ritmo, el interés y el placer sexual con nuestra pareja. Hace poco tuve la suerte de poder asistir a una conferencia del sexólogo Antoni Bolinches que es una autoridad en sexología y relaciones de pareja, a demás de un gran comunicador. Él dice que los peores enemigos de una pareja estable en cuanto al mantenimiento del deseo sexual son la saturación y la rutina. No puedo estar más de acuerdo. Aporta un dato que me parece revelador, el 60% de los hombres y el 40% de las mujeres son infieles a los 10 años de relación.
La saturación y la rutina en la pareja son fáciles de explicar. Se refiere a esas parejas que hacen el amor muy bien y de manera muy placentera pero siempre de la misma manera, en el mismo sitio, el mismo día, a la misma hora, usando los mismos recursos. Y un día, de buenas a primeras se dan cuenta que ya no sienten deseo. O por lo menos una parte de la pareja siente menos deseo que el otro@. Aparece entonces el sentimiento de obligatoriedad o de tarea. El hacerlo porque debo hacerlo, me toca hacerlo y no porque me apetece hacerlo. La pareja estable necesita variación de estímulos y de recursos. Pero esto puede no ocurrir de manera espontanea, si no que los dos miembros de la pareja han de ser conscientes de ello y autoexigirselo, desearlo y autoregularlo. Os aconsejo que leáis esta entrevista: “Un polvo de menos es mejor que un polvo de más”.
Antoni Bolinches también habla del acoplamiento sexual. Este concepto puede ser difícil de asumir para una pareja. Viene a decir que hay parejas que se acoplan sexualmente mejor que otras. Hay parejas que tienen fantasías parecidas, eróticas parecidas. En definitiva se entienden en la cama. Bolinches dice que al igual que los caracteres, esto es tan importante que la mayoría de parejas no pueden solventar nunca sus divergencias eróticas o su carácter sexual. Estas parejas deben intentar resolver sus problemas sexuales porque muchas veces podemos solucionar grandes problemas con acciones muy sencillas. Pero al final, hay parejas que funcionan sexualmente y parejas que no. Esto es motivo de ruptura? Eso no me toca decidirlo a mí.
Mantener el interés en la pareja estable es una tarea difícil. Cuando le preguntan a Antoni Bolionches si existe la pareja perfecta, contesta un rotundo NO. Pero existe la pareja perfectible. Una pareja siempre es susceptible de mejorar, siempre en proceso de perfeccionamiento. Así que como siempre os aconsejo, pedid ayuda si la necesitáis.
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