Por ti, por mi y por todas nuestras compañeras.
Esto no va sólo de mi, o de ti, sino que tiene que ver con todas nosotras. Igual que nuestras antecesoras de los grandes movimientos feministas que ha habido en la historia, los derechos de las mujeres deben mirar lejos.
Va desde nuestras ancestros, que tras la revolución francesa revindicaban que eso de la “libertad” y la “igualdad” no incluía a las mujeres. También desde nuestras antecesoras sufragistas, como Clara Campoamor, y otras muchas que no pasaron a la historia, pero que también lucharon por el derecho al voto, que en España recordemos se consiguió hace apenas 90 años. Hasta el día de hoy, con nosotras, que revindicamos que no está todo conseguido.
Entonces era “normal”….
Recuerdo una conversación entre mis padres y mis tíos cuando tenía unos 13 años. Hablaban, no sé por qué, de una mujer de mi pueblo. En algún momento de la conversación alguien dijo:
-“dicen que su marido le pega”.
Y lo que respondieron los demás fue:
-“bueno…de lo que pase en su casa no nos podemos meter”.
A mi eso me pareció horrible. Que su marido le pega y, ¿nadie puede decir nada? En aquel momento lo olvidé (pensé que lo había olvidado).
Las cosas han cambiado. Pero deben cambiar más.
Seguimos con sueldos más bajos, dificultad para conseguir puestos directivos en las empresas, seguimos cargando con la gran parte de tareas domesticas, y los cuidados en el hogar. Volvemos a casa con miedo de ser violadas o asesinadas, y queremos poder educar a nuestras hijas en una sociedad distinta. Una sociedad más igualitaria, donde ser mujer no sea un perjuicio.
En el día de la mujer, más unidas que nunca
Así que el día 8 de marzo, debemos estar unidas. Nosotras y todos los que crean en la igualdad entre hombres y mujeres, en romper brechas y adquirir los derechos que nos faltan. Que cambien las leyes, porque lo demandamos – no exigimos – y no daremos ningún paso atrás en lo de conseguir derechos.
El domingo saldremos a la calle. A gritar bien fuerte que queremos igualdad. Que no queremos que nos maten, ni nos violen, y que queremos un mundo más igualitario para nuestras hijas.
Me encantaría que me etiquetaseis en Instagram si vais a la manifestación. Y si lleváis los clitopendientes más. Porque ya sabéis que este es un modo de reivindicar también. Nuestro placer tampoco debe ser invisible.