Esta última semana he estado en un congreso muy interesante. Hablamos de un estilo de vida saludable, (in)fertilidad, de mujer, de nutrición, de ejercicio físico y de algunas otras cosas como síndrome de ovario poliquístico, endometriosis, hiperestrogenismo entre otras.
Hablar de salud sexual, puede parecer coger una pequeña parte de un todo, pero en realidad es un todo en si mismo. La salud lo engloba todo, y la salud sexual no es menos. Tiene que ver con nuestra salud física, nuestra salud emocional, nuestras relaciones de pareja y capacidad para re-conocernos y reafirmarnos en comportamientos saludables. Tiene que ver con nuestra capacidad de elegir cómo vivir y cómo criar. (o no criar). Cómo menstruar o cómo disfrutar del sexo, y qué tipo de parejas tener.
No tengo pastillas para mejorar tu sexualidad
Para mi ser madre haace que me cuestione cada día, cómo quiero influir en mi salud y en la de mis hijas. Porque la salud no es una meta, es un camino que recorrer. Yo estoy en un punto muy delicado.
Y te preguntarás…¿cuál es ese punto? Pues en los primeros peldaños sobre estilo de vida saludable. Soy consciente de que he hecho ya algunos cambios, pero debo incorporar todavía nuevos hábitos, nuevas rutinas a mi vida personal y por tanto a mi vida profesional.
Ya hace tiempo, me di cuenta de que no era buena sexóloga sin ser feminista. Que no era buena matrona sin reflexionar sobre mi propia experiencia al parir. Me doy cuenta de que no soy buena especialista en ginecología si no abro la mirada más allá de lo genital. He aprendido que cuestiones como hablar de orgasmo femenino, hablar de deseo sexual, de placer, de dolor, incluso de flujo no tiene sentido sin abordarlo como un todo, más allá de lo genital, incluso de lo corporal. Que tiene que ver con lo qué somos, hacemos y qué consumimos.
Necesitamos re-posicionarnos en nuestra búsqueda de la salud. Y también en nuestra salud sexual. Nada será útil si no entendemos que esto implicará tener herramientas para tener una relación de pareja sana y de calidad, unos comportamientos sexuales libres y placenteros, respetuosos con los demás, pero sobretodo nosotras mismas. Analizar lo que hemos aprendido, y aprender, a veces, a dejarlo atrás. Entender que el ejercicio físico es importante, y también lo que comemos. Que el conocimiento que tenemos de nosotras mismas, los productos que usamos para nuestra higiene íntima y nuestra menstruación, en definitiva nuestro estilo de vida, debe ser saludables de verdad.
Ser mujer y llevar un estilo de vida saludable no es fácil.
Alguien puede pensar que ser mujer ahora es más fácil que hace 70 años, como nuestras abuelas, por ejemplo. Yo no lo sé. Mis abuelas las pasaron canutas, la verdad. Pero ahora debemos luchar contra algo que creo que es muy difícil luchar. Contra la ignorancia y la evolución a una sociedad de borregas con los ojos venados. Una sociedad mal alimentada porque tenemos sobrealimentación, pero malnutrición. En una facilidad de acceso a los medicamentos, pero también un sobrediagnóstico y una sobremedicación. Debemos luchar contra el machismo pero sin la suficiente educación, conciencia social y política. Una sociedad que quiere menos machismo, pero nos educa en el amor romántico, tolera la violencia y la desigualdad de género. Con una sociedad que promulga la libertad sexual de las mujeres, pero lo hace sin educación sexual de calidad, y en pro del consumismo de juguetería erótica, viendo la sexualidad femenina como algo prescindible.
En fin…y es que así es muy difícil, señoras…
Cuando le pregunto a una mujer que me consulta por ejemplo por dolor…: Qué compresas y tampones usas? Qué ropa interior? Qué comes? Y les explico que usar productos saludables y comer adecuadamente es importante… Me responden…AH…nunca me había planteado eso… De la misma manera, cuando le pregunto a una mujer que me consulta por problemas en el deseo sexual, o en el orgasmo…: Te miras los genitales? Te masturbas? Eres asertiva en tus relaciones? TODO esto es de suma importancia.
Es por ello, una buena atención a la salud sexual, debe incluir hablar de educación sexual, de tipos de pareja, de salud genital, de qué comes, cuanto ejercicio haces, cómo te relacionas, cuanto te quieres, qué productos usas, qué te complace y qué haces para conseguirlo.
Yo aprendo cada día e intentaré seguir aprendiendo para ofrecer la mejor de las atenciones. Todo este rollo filosófico (porque hoy me he puesto en modo ON TRANSCENDENTAL )es sólo una reflexión, pero me encantaría que dejaseis vuestras opiniones en el hilo de comentarios.
Yo por mi parte prometo ponerme las pilas con el ejercicio físico. Esto es lo que más trabajito me cuesta!!! Ay omá!!!
La foto del post de hoy es hipnótica. Lo sé! A mi me dejó un rato largo mirándola. Es del blog Too good to be Food. En el puedes encontrar recetas para una alimentación saludable. Te invito a que te pases por ahí y aprendas.
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