La gente me mira raro. Lo sé. Cuando digo que pongo a la venta unos pendientes con forma de clítoris (que además son monísimos, por cierto), me miran con cara de… ¿WHY?
Yo lo tengo claro:
Lo que no se conoce, no se nombra. Si no lo nombras no está en tu cabeza, ni en tu imaginario. Cuando piensas en tus pulmones te los imaginas. Tu corazón, sabes cómo late- aunque no los hayas visto nunca-. Si piensas en tus genitales y tu placer debes de poder imaginarlo, sentirlo y vivirlo.
Esto se nos ha prohibido hasta hace bien poco. Y todavía hoy, hay muchas mujeres que no saben lo que tienen entre las piernas. No aparece en los libros de texto, ni se aprende en las escuelas.
Entonces, ¿qué remedio nos queda? Activismo. Defender y mostrar el clítoris es de lo más importante para nuestra sexualidad y nuestro placer.
Así que decido hacer unos pendientes, para lucir y llevar el clítoris bien alto. Pero no te confundas. Lo que llevarás, serán mucho más que unos pendientes.
Esto es raro y atrevido, lo reconozco. Aunque no sufras, puedes estar tranquila. Tengo que decirte que, por desgracia, no todo el mundo sabrá que llevas unos clítoris de pendientes.
Precisamente es esto lo que los hace especiales y necesarios.
Por qué son necesarios los clitopendientes
La sexualidad de las mujeres sigue siendo un tabú y una gran desconocida. Nuestra forma de desear, de encontrar el placer e incluso la anatomía de nuestro cuerpo nos es todavía una incógnita para muchas de nosotras. Sí, porque no todas sabemos lo que tenemos entre las piernas. Un conocimiento que nos ha sido negado, y todavía sigue sin llegar a todas las niñas y mujeres del mundo.
¿A ti te explicaron como era esta parte de tu cuerpo? ¿Lo aprendiste en la escuela? ¿O quizá en el instituto o la Universidad? ¿Te lo enseñó tu madre o tu abuela..? ¡No!
Porque conocer y transmitir donde reside el placer sexual de las mujeres sigue siendo tabú y sigue sin mostrarse con claridad. Este órgano tan importante para el disfrute de nuestra sexualidad debe ser visibilizado y reconocido, porque de otra manera la sexualidad será contada y vivida sólo desde una sola mirada.
Una mirada androcéntrica y masculina que invisibiliza nuestro cuerpo, y amputa totalmente nuestro placer. Negando este órgano y amputándolo de nuestro imaginario individual y colectivo.
Déjame que te cuente la historia del clítoris
Hay referencias sobre el clítoris en tratados muy antiguos de medicina, aunque no se sabe con precisión desde cuando se conoce. Se tienen dibujos que datan del siglo XIX en el famoso manual Gray’s Anatomy.
Hacia finales del mismo siglo hay una corriente médica que anuncia y defiende la masturbación femenina como origen de enfermedades como la demencia, la ceguera o epilepsia y se propone la extirpación del clítoris como prevención y remedio te todo ello.
Así que como ves, la mutilación genital, que todavía sigue existiendo en algunas culturas, era una realidad en Europa hasta hace no mucho tiempo.
Sabemos que a principios del s.XX si se conocía y se hablaba del clítoris, ya que el mismo Freud habla del él y cataloga el orgasmo clitoridiano como inmaduro en su tratado sobre Sexualidad humana sobre el 1905.
Alrededor de 1950, no se sabe muy bien porque, las referencias anatómicas sobre el clítoris desaparecen. No hay libro de anatomía que lo cite o lo describa. Todo esto hace que el clítoris desaparezca del imaginario colectivo, privando de su conocimiento no sólo a la población general, sino a estudiosos y médicos.
No es hasta los años 60, cuando los sexólogos William Masters y Virginia Johnson destacan este órgano como importante para el placer de la mujer. Su anuncio no tuvo demasiado éxito, ya que el clítoris sigue siendo tabú y una palabra casi prohibida en esa época.
Como ves, la historia del clítoris ha estado marcada por la negación, la ocultación, y todavía hoy, en muchos países y culturas, por la violencia. La negación del placer genital femenino ha durado hasta hace bien poco.
El protagonismo de la sexualidad androcéntrica, con el pene, la vagina y la reproducción como su máximo exponente va dejando paso a una sexualidad escrita de otra forma y con otro discurso. Un discurso que parte de nosotras, y se hará imparable. Partiendo de lo que para muchas de nosotras fuera fruto de la intuición, ahora lo corrobora la ciencia.
En 1998 la uróloga Helen O’Connell, fue la primera persona que estudió la anatomía del clítoris, y gracias a sus aportaciones a través de la resonancia magnética hoy sabemos que, hasta ese momento, lo habían descrito con grandes errores.
El clítoris no merece estar a la sombra de ningún otro órgano del cuerpo. No es un botón, ni es pequeño, ni mucho menos. Tiene un glande y un capuchón que son la parte visible que todas conocemos, pero también un cuerpo formado por dos bulbos y dos ramas o cuerpos cavernosos.
Todo el cuerpo siente, y no sólo la parte externa. De ahí la gran sensibilidad y potencial para el placer que tiene la vulva. Puedes ver multitud de dibujos como el que te he mostrado.
Si después de esto crees que todo esto merece la pena y que otras mujeres deben saber esto, transmite este conocimiento. Llevarlos es empoderador y mágico. Es trazo reconocible, que dice mucho de quien lo lleva, y también de quien lo contempla.
Me encantan los pendientes en blanco y negro del clitoris. Soy fisioterapeuta y me estoy especializando en suelo pélvico. No sé si los seguís vendiendo o ya no los fabricas. Agradecería me dijeras
Muchas gracias